El cuidado de la piel podría parecer un proceso extremadamente complicado pero no tiene por qué serlo. De hecho, un buen régimen de cuidado de la piel puede ser bastante simple y fácil de seguir. Aquí te ofrecemos algunos tips y trucos que hemos recopilado para ayudarte a mantener tu piel en las mejores condiciones posibles. ¡Vamos a comenzar!
Conoce tu tipo de piel
El primer paso para cualquier rutina de cuidado de la piel es saber qué tipo de piel tienes. ¿Es seca, grasa, mixta, sensible o normal? Cada tipo de piel tiene necesidades específicas y diferentes productos funcionarán en cada una de ellas. Para averiguar tu tipo de piel, puedes realizar una prueba simple: Lava tu cara y déjala sin productos por un par de horas. Luego, observa cómo se siente y se ve. ¿Es extra seca, está grasa o nada de lo anterior? Esto te dará una buena idea para empezar.
Lava tu cara dos veces al día
Tu piel está expuesta al medio ambiente todos los días, lo que significa que recoge suciedad, polvo, bacterias, y más. Lavar tu cara dos veces al día ayuda a tonificar esta acumulación y mantener tu piel fresca y limpia.
Usa protector solar todos los días
Este es, quizás, el consejo más importante. Usar protector solar con un SPF de al menos 30 todos los días protege tu piel de los dañinos rayos ultravioleta y ayuda a prevenir el envejecimiento prematuro, las arrugas, y el cáncer de piel. Asegúrate de que estás protegiendo tu piel incluso en días nublados, ya que los rayos UV pueden atravesar las nubes.
Bebe mucha agua
Mantén tu piel hidratada desde el interior. Beber por lo menos 8 vasos de agua al día puede ayudar a mantener tu piel fresca y radiante, además de que es beneficioso para el resto de tu cuerpo.
Descansa lo suficiente
Dormir lo suficiente cada noche no solo te hace sentir y lucir más descansado, sino que también da a tu piel la oportunidad de regenerarse y repararse. Intenta dormir 7 a 8 horas cada noche para que tu piel esté en las mejores condiciones posibles.
Mantén una dieta equilibrada
La piel necesita nutrientes y vitaminas para mantenerse sana. Come alimentos ricos en antioxidantes, vitaminas y minerales para nutrir tu piel desde el interior.
Exfolia regularmente
Exfoliar tu piel al menos una vez a la semana ayuda a eliminar las células muertas de la piel y promueve la renovación celular, dejando tu piel fresca y radiante.
Hidrata tu piel
No importa tu tipo de piel, hidratarla es esencial. Los productos hidratantes ayudan a reponer la humedad perdida durante el día y mantienen tu piel suave y flexible.
Evita tocar tu cara
Tocar la cara puede transferir bacterias y aceite a la piel, lo que puede provocar brotes de acné. Intenta mantener tus manos alejadas de tu cara tanto como sea posible.
Destapa tus poros con vapor
El vapor puede ayudar a abrir y limpiar tus poros. Puedes tomar una ducha caliente o colocar tu rostro sobre un tazón de agua caliente (con cuidado) y cubrir tu cabeza con una toalla para atrapar el vapor. Después de unos minutos, enjuaga tu cara con agua fría. Esto puede ayudar a limpiar tus poros y a darle a tu piel una apariencia fresca y radiante.
Usa productos adecuados para tu tipo de piel
Una vez que conoces tu tipo de piel, asegúrate de usar productos diseñados para ese tipo. Esto ayudará a mantener tu piel en las mejores condiciones posibles.
Consulta a un especialista
Si tienes problemas con tu piel que no puedes resolver por tu cuenta, es posible que desees consultar a un dermatólogo. Los especialistas en cuidado de la piel pueden ofrecerte consejos específicos para tu tipo de piel y pueden recomendarte productos que se adapten a tus necesidades.
El cuidado de la piel no tiene por qué ser complicado o costoso. Conocer tu tipo de piel, seguir una rutina diaria de limpieza e hidratación y cuidarte por dentro y por fuera pueden ayudarte a mantener una piel bellísima. Estos son solo algunos consejos para empezar. ¡Diviértete explorando y experimentando hasta que encuentres lo que funciona mejor para ti y tu rutina de cuidado de piel!